Asistieron a la ceremonia varias congregaciones religiosas de la ciudad como las Hnas. Capuchinas de la Madre del Divino Pastor, las Siervas de San José y las Franciscanas del Mártir San Jorge, así como una gran asistencia de fieles laicos, pobladores del lugar e invitados.
En medio del júbilo comunitario, el Obispo, esparció el agua bendecida sobre los muros y los fieles congregados, luego bendijo el nuevo altar, quedando así consagrada la Capilla para el culto a Dios.
Mons. Arturo agradeció al Señor por este nuevo templo, al padre Wilfredo por su empeño, coordinaciones y le bendijo en su ministerio sacerdotal. Agradeció también a todos los que desde dentro o fuera del país hicieron suyo este hermoso proyecto.
En su homilía, hizo distinción entre el templo construido, embellecido para Dios y la Iglesia que somos cada uno de los bautizados y el llamado que tenemos de ser luz en medio de la sociedad.
La jornada culminó con un brindis y compartir preparado por la comunidad.