El Papa viene a confirmarnos en la fe y a animar la vida fraterna entre todos los hijos de la nación cubana. Así, la visita del “Misionero de la Misericordia” es una llamada a la conversión y a la comunión. Conversión es renovar las motivaciones y las formas de vivir y actuar, es retomar el camino correcto… Comunión es buscar lo que une, limar las asperezas.
¡Bendito y alabado sea el nombre de Jesucristo! ¡Sea bendito y alabado por siempre!
¡Que el Señor los bendiga!